He sabido de una hormiga
que, vestida de pirata,
partió en barco de papel
hacia el Río de La Plata.
Negoció en la alcantarilla
con una banda de ratas
y les compró, muy barato,
una brújula y un mapa.
Salió por las tuberías
hasta una calle inundada
y dejó que la corriente
cuesta abajo, la llevara.
Después fue siguiendo el mapa:
hasta el semáforo, recto
enseguida a la derecha
¡Y ahí nomás estaba el puerto!
Pero ya van doce años,
tres semanas y dos días
y ella sigue en la ciudad
navegando todavía…
Añora, quizá, enfrentar
tormentas y tiburones
¡Pero no es poca aventura
esquivar a los camiones!

Bravo! ¡Maravilloso poema!
¡Gracias!
🙂 ❤