La visita que llegó sin avisar
La charla postergada
íntima, profunda
y esperada
espontánea y por eso
también inesperada
No el monólogo de aquel
que se mira al espejo
y habla de su ombligo
Digo yo, decís vos
y las voces se enredan
atendiendo a la pausa
que marca la cebada.
Afloran los secretos,
y por un rato, al decirse,
se escapan los problemas
y los sinsabores
las preocupaciones
y la vida que duele
a veces en la espalda.
Sobreviene la risa
y la carcajada
la sonrisa cómplice y amiga
la anécdota graciosa
que contamos
una y otra vez
¡siempre la misma!
Y así se va pasando la tarde
y nuestras manos
van y vienen
y se rozan
y los labios
vienen, van
entre las voces
y a veces el silencio
que nos canta
con yerba
la bombilla.
Con la pava ya fría
y el agua que se eleva
(parece una crecida)
flotan como muertos
los palos
y nadie los mira.
Sin gusto y ya lavado
sigue el mate
pero a quién le importa:
todavía falta tanto por decir
que siga…
que siga la ronda.

Para compartir con amigos….De eso se trata la vida…!!!
¡Gracias, Gabriela! Beso,
Tan simple como una poesía, encierra lo que realmente es el encuentro de dos amigas que charlan y todo gira en torno a la cebada…no importa si el mate está lavado, los palos flotando…Es tan cierto, que sucede…:D
Tan simple como una poesía, encierra lo que realmente es el encuentro de dos amigas que charlan y todo gira en torno a la cebada…no importa si el mate está lavado, los palos flotando…Es tan cierto, que sucede…:D
¡Gracias, Gabriela! Beso grande,