Un poco para María Alicia Esain. Y mucho para la Alibruji de Navarro.
Me han contado de una bruja
que circula por Navarro
que anda un poco desconfiada
suspirando por su barrio.
Primero empezó dudando
de cualquier cosa con alas;
fueran ángeles, murciélagos
o pequeñísimas hadas.
Después ya perdió la fe
en barriletes y globos,
pero asistió a cumpleaños
y fiestas, de todos modos.
La cosa se puso brava
y así se despertó un día
sin confiar en supercapas
ni alfombras que se movían.
De nada sirvió el piquete
que Superman y Aladino
hicieron frente a su casa
lunes, jueves y domingo.
Lo más grave del asunto
y difícil de creer
fue que la ingrata tomara
su escoba ¡para barrer!
Con un asunto tan serio
no me pude contener:
es preciso recordarle
las cosas a esta mujer.
Porque la he visto hechizando
feliz y muy divertida
colegios de cualquier barrio,
cruzando cualquier esquina.
A mí misma me ha lanzado
conjuros y encantamientos:
patidifusa me quedo
con sus rimas y sus cuentos
Así que basta de dudas,
a ver si me entiende bien:
si usted no cree en sí misma
¡yo no creo en Papa Noel!

¡Patitiesa, agradecida,
encantada con las rimas!
Desde hoy voy a creer…
hasta en alas de gallina!
Así me gusta, Ali. Yo no quería dejar de creer en Papa Noel:-)
Hermosa!!!
¡Gracias, Clau! Besazo,