Un hogar inusual

Al hada la encontré fácil
(es bastante llamativa)
Pero esconderla fue el reto
más difícil de mi vida.

A la casa de muñecas
ni siquiera quiso entrar
aunque en medio de la sala
metí un frondoso bonsái.

En el balcón, ni pensarlo
¡Qué doloroso destino
si la agarra distraída
el gato de mi vecino!

Adentro del costurero
al fin, le encontré un hogar:
le encanta coser y duerme
metidita en un dedal.

El caso de la bella durmiente

Ser oficial de justicia
en el mundo de las hadas
es la peor profesión
¡No se compara con nada!

Me avisan que la princesa
sufrió un pinchazo letal
¿La sospechosa? Una anciana,
que (¡astuta!) la puso a hilar.

Y claro, si las princesas
no saben qué es una aguja.
La educan como una inútil
¡Y la culpa es de la bruja!

Decime vos ¿por qué corro,
busco pruebas, investigo…?
¡Si todos duermen la siesta
y yo no encuentro un testigo!

Al final, yo preocupado
y acá, todos muy tranquilos:
hasta el rey, cuando pregunto
¡me responde con ronquidos!

Lucas en el mundo del espejo

 

Iba caminando Lucas aquel día

por las asombrosas calles del espejo.

Por allá adelante pudo ver a Alicia

que con Humpty Dumpty muy alegre hablaba.

 

Casi la llamaba Lucas pero en eso

vio justo a un soldado que se le acercaba:

─Voy para la guerra ─dijo en un bostezo─

Chivirín ─decía ─. Ajajá─cantaba…

 

─¿Cómo es que te llamas? ─preguntó al soldado.

─Soy Mambrú, mi amigo ─Chivirín, cantaba

─¿Te vas a la guerra? ─dijo preocupado

─Ajajá ─decía,  mientras se marchaba.

 

Mambrú caminaba muy rápidamente

─Vuelvo para pascuas ─crédulo opinaba.

Lucas tarareaba dentro de su mente

la canción y entonces todo se aclaraba… Sigue leyendo

Cuestión de perspectiva

¿Quién ha dicho que es chiquito

el famoso Pulgarcito?

Yo lo he visto y me resisto

a aceptar esa verdad…

Es más bien como un gigante:

en mi mundo, un elefante.

No les miento, solo intento

contarles la realidad…

Y su voz no es un murmullo

¡si suena como un serrucho!

no me achuchen, solo escuchen

ustedes y me dirán…

Su pie causa un terremoto

¡Madre mía, qué alboroto

cuando llega y pisotea

sin razón mi dulce hogar!

¡Qué me importa que me digan

“qué chiflada está esta hormiga”!

¡Mi abogado me ha contado

del derecho de opinar!

Los duendes del zapatero

Cansados de hacer zapatos

los duendes del zapatero

pensaron en veranear:

Pensaron en las montañas

nevadas pero faltaban

las botas para esquiar…

Pensaron en las ciudades

¿mas cómo sin zapatillas

modernas para gastar?

Pensaron en irse al campo:

faltaban las alpargatas

de yute, para variar…

Pensaron saltar las olas:

Ojotas no confeccionan:

¡la arena los va a quemar!…

─¿Me dejan observar algo?

¿Se me permite opinar?

─les dije a este par de duendes

que no dejan de pensar─

¡O preparan las valijas

o a ponerse a remendar!

¡O no son tan quisquillosos

o no van a veranear!

¡Yo quiero ser de madera!

Me ha contado Pepe Grillo

que Pinocho se lamenta

desde el día que ha dejado

de ser niño de madera.

Jugó el viernes un partido

de fútbol en la azotea:

era justo al mediodía

y él estaba sin remera.

¿Se imaginan qué desastre?

¡Ni siquiera una visera!

Se quedó  todo ampollado

como raba en la aceitera.

Encima la muy taimada

de una abeja traicionera

lo picó justo debajo

de una oreja y se creyera

todo el mundo que Pinocho

¡pobre! andaba con paperas… Sigue leyendo

Que las hay, las hay…

Un poco para María Alicia Esain. Y mucho para la Alibruji de Navarro.

 

Su foto de perfil en el feisbuk

Su foto de perfil en el feisbuk

Me han contado de una bruja

que circula por Navarro

que anda un poco desconfiada

suspirando por su barrio.

 

Primero empezó dudando

de cualquier cosa con alas;

fueran ángeles, murciélagos

o pequeñísimas hadas. Sigue leyendo

Buscador

Busco huellas de elefante

o pisaditas de hormiga

profundas, superficiales,

vistosas o transparentes

reales o de mentira.

 

Busco un fósil imposible

de un bicho jamás nacido

ni asiatico ni argentino:

mejor si es extraterrestre

de algún planeta perdido

 

Busco seis plumas doradas

de un gorrión inexistente

que aparezcan escondidas

en un rincón de mi patria

o por otro continente.

 

Busco y busco

¡Siempre busco!

Jamás dejo de buscar

Y si algún día encontrara

la cosa jamás pensada

la perdería enseguida

para volver a empezar…

¡Con razón!

¡Pim! con la varita
y el libraco viene
con la bruja Kika
«Quiero una manzana»
¡pom!, señala el plato
¡se evapora el gato!
«¡Quiero a mi minino!»
¡Pum! y el gato vuelve
convertido en pino
«¡Libro ineficiente!»
¡Pam! y, equivocada,
viene la manzana.
«¿Qué es lo que me aqueja?»
y el espejo, sabio,
pronto la aconseja:

¡Pem!, y ella obediente
para ver el libro…
¡se pone los lentes!