Cambio de roles

mummy

 Centro de Estudios Mentales y Atención Psicológica

(CEMyAP)

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Informe médico y diagnóstico

 

Ref.: Pac. Amenhotep III

Ubic: Museo egipcio de El Cairo (sala Imperio Antiguo, Planta Baja)

Edad: 5300 años (aprox.)    

 

Antecedentes:

Ante el pedido de las autoridades del Museo, se procede a revisar al paciente que presenta los siguientes síntomas: temblores, hiperventilación, pulso acelerado y mareos; lo cual resulta verdaderamente llamativo teniendo en cuenta que el paciente no tiene órganos vitales: su corazón, su hígado, sus pulmones, sus intestinos fueron disecados hace miles de años, cuando su cuerpo se embalsamó.

Una vez retiradas las tiras de lino que  lo sujetaban, el paciente manifestó (sí, manifestó: ¡también habla!) sentirse moderadamente mejor.

Examen físico:

Se procedió a la revisación clínica general y se llegó a la siguiente conclusión: aunque muerto, al paciente se lo ve muy sano. Aun cuando al principio su marcha fue inestable, con el paso de las horas fue recuperando el equilibrio. Asimismo, su respiración comenzó a regularse  y los temblores cedieron. El paciente manifestó haber sentido “miedo, mucho miedo a morir asfixiado”. Para completar el diagnóstico, se solicitaron los siguientes exámenes de rutina: análisis completo de sangre y orina, electrocardiograma, radiografía de torax, tomografía axial computarizada (TAC). Sigue leyendo

Detrás de los anteojos

 

Miércoles 25 de septiembre

Daily planet, Metrópolis

Señor director:

Le llamará la atención que yo, siendo reportero de Daily Planet, haya decidido escribir esta carta pública. Lo que pasa es que usted siempre me manda a cubrir alguna noticia sobre Superman, y yo tengo la impresión de que en estos casos  la gente se queda en la superficie del asunto ¿me entiende? No presta demasiada atención al cronista porque, claro, qué puede importar el cronista si el magnífico Superman consiguió parar un tren antes de que cayera por el precipicio. O arregló un dique que estuvo a punto de dejar anegada la ciudad. O nos salvó de una invasión alienígena.

Este muchacho es increíble, es cierto. Con el flequillito cayéndole sobre la frente y esos pectorales impresionantes, que Jimmy sabe capturar tan bien en sus fotos. Hasta en aquella que fue portada ¿se acuerda? El superhombre estaba sosteniendo un edificio de 83 pisos, pero igual tenía la ceja así medio levantada, y esa sonrisa de costado que tanto les gusta a las mujeres de nuestra ciudad. Estaba como si no tuviera quién sabe cuántas toneladas sobre su espalda ¿me entiende?

Y no crea que me molesta todo esto, no. Si yo contra Superman no tengo nada; al contrario. Lo que me molesta es que la misma gente que lo idolatra, ni siquiera lo mire bien. Porque yo ahora le digo todo esto, y le hablo del flequillito y de la ceja y de su media sonrisa, y seguro todo el mundo me da la razón.  No habrá ningún lector de esta carta que se atreva a decir lo contrario pero… ¿lo conocen? Quiero decir, ¿lo conocen en serio, más allá de su traje? ¿si anduviera vestido, digamos, con camisa y corbata? ¿si tuviera un trabajo ordinario como el mío? ¿si usara anteojos como yo? Sigue leyendo