¿Recuerdan aquella historia
de la joven fugitiva
que ocultaba su hermosura
tras una piel deslucida
de risible criatura?
(¿Era un asno o una mula?)
La joven había escapado
del palacio de su padre
(¿alguien sabe las razones?)
y aunque fuera buena, amable
y brillante en sus labores,
todo el mundo se burlaba
de su incierta fealdad,
ignorando que debajo
de la piel había en verdad
una joven soberana
de indiscutible beldad Sigue leyendo

