Un favor

Vinieron desde Inglaterra
mis viejos antepasados
todos pintados de rojo
y con ribetes dorados.

Parados en las esquinas
y en cada plaza del barrio
eran objetos valiosos
¡tan útiles y mimados!

Se llenaban de noticias
y palabras esperadas
que viajaban desde lejos
y acortaban las distancias.

Palabras de amor y pena,
de familias que extrañaban,
de amigos inolvidables
que las cartas acercaban.

En cambio a mí me tocó
ser un buzón de este siglo
y llenarme de palabras
que solo son un fastidio.

Folletos y propagandas
publicidades, impuestos
que no emocionan a nadie,
¡ay, qué papeles molestos!

Por eso pido un  favor
a mis pequeños lectores:
que escriban alguna carta
y alegren a los buzones.

 

Para mí que no

Genaro dice que es mago
pero yo sé que exagera.
No basta tener varita,
moñito, capa y galera.

Intentó que el gato hablara
en un idioma extranjero
pero solo consiguió
que maullara con esmero.

También quiso convertir
un garbanzo en una gema
pero justo germinó
¡No sirvió ni para cena!

Cuando quiso que su hermana
sin más, desapareciera
no pudo más que encerrarla
para que nadie la viera.

¡A que su juego de magia
está vencido o fallado!
Si no, que alguno me explique
cómo nada ha funcionado.