La maldición de Clarita

momia

La aparición de la momia lo cambió todo. Y cuando digo “todo” quiero decir todo: las medialunas de Amapola ahora son más ricas; papá empezó a escribir un libro y mamá ya no suspira; Tabaré se la pasa hablando y, lo que es todavía más raro, ¡todo el mundo lo escucha!

            Y eso sin contar que salimos como diez veces en la tele, que vinieron un montón de periodistas y el hotel Nuestra montaña pudo volver a abrir. Estrenó ventanas y se recubrió de adoquines, todas las habitaciones se pintaron y los canteros se llenaron de flores. Y ahora no lo atiende solamente don Felipe sino también los tres hijos y las tres nueras; y una hermana de Amapola y los tíos de Emanuel.

            ─Es hasta que pase la novedad ─decía al principio don Felipe─. Pero hay que aprovecharlo ¡después de tanta malaria!

            Y tenía razón, porque antes en este pueblo no pasaba nada. Alguna vez, cada tanto, un auto que llegaba con montañistas. Pero era tan “cada tanto” que al pobre Felipe tener el hotel abierto no le rendía. Sigue leyendo

Cambio de roles

mummy

 Centro de Estudios Mentales y Atención Psicológica

(CEMyAP)

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Informe médico y diagnóstico

 

Ref.: Pac. Amenhotep III

Ubic: Museo egipcio de El Cairo (sala Imperio Antiguo, Planta Baja)

Edad: 5300 años (aprox.)    

 

Antecedentes:

Ante el pedido de las autoridades del Museo, se procede a revisar al paciente que presenta los siguientes síntomas: temblores, hiperventilación, pulso acelerado y mareos; lo cual resulta verdaderamente llamativo teniendo en cuenta que el paciente no tiene órganos vitales: su corazón, su hígado, sus pulmones, sus intestinos fueron disecados hace miles de años, cuando su cuerpo se embalsamó.

Una vez retiradas las tiras de lino que  lo sujetaban, el paciente manifestó (sí, manifestó: ¡también habla!) sentirse moderadamente mejor.

Examen físico:

Se procedió a la revisación clínica general y se llegó a la siguiente conclusión: aunque muerto, al paciente se lo ve muy sano. Aun cuando al principio su marcha fue inestable, con el paso de las horas fue recuperando el equilibrio. Asimismo, su respiración comenzó a regularse  y los temblores cedieron. El paciente manifestó haber sentido “miedo, mucho miedo a morir asfixiado”. Para completar el diagnóstico, se solicitaron los siguientes exámenes de rutina: análisis completo de sangre y orina, electrocardiograma, radiografía de torax, tomografía axial computarizada (TAC). Sigue leyendo