A LUCILA M. Y SU FAMILIA QUIENES SIN QUERERLO FUERON ARTÍFICES DE ESTA HISTORIA.
Entonces cuando me siento observado por el objetivo todo cambia: me constituyo en el acto de posar, me fabrico instantáneamente otro cuerpo, me transformo por adelantado en imagen.
ROLAND BARTHES
Ya casi son las nueve. Estela y Agostina salieron para la Iglesia hace más de una hora. Debe estar llena, seguro; las participaciones decían ocho y media. Ocho y media porque pensábamos llegar a las nueve, claro. Es raro verla sosteniendo el ramo de jazmines, mirando la cámara, recogerse la larguísima cola de voile blanco. Es raro no poder escuchar nada más allá del flash y las indicaciones del fotógrafo. Lara está bellísima. No sé por qué ahora ha vuelto la moda de antaño: los vestidos ceñidos al cuerpo, los guantes, los tocados bordados a mano. Creo que se parece a la fotografía aquella de mi abuela Clotilde, esa que quedó amarilla con los años. Sigue leyendo →