Una fiesta para Pancho

Personajes:

ZOE (12 años)
BRUNO (9 años)
DOÑA HERMINIA
MAMÁ

(Una cocina comedor. BRUNO mete una torta en el horno eléctrico. ZOE cuelga unas guirnaldas alrededor de una pecera; adentro nada un pequeño pez).

ZOE: —¿Estás seguro de que mamá te dio permiso para esto, Bruno?

BRUNO: —¡Uy, sí! ¿Cuántas veces te lo tengo que decir! Pancho es la única mascota que tenemos, y el pobre vive aburrido. ¡Se merece un festejo de cumpleaños!

ZOE: —Sí, un festejo sí… ¡Pero esto ya es una mega fiesta! Invitaste a medio edificio. ¡Hasta doña Herminia viene! ¡No sé cómo se te ocurrió, con lo pesada que es!

BRUNO: —¿Cómo no le voy a decir, si tiene un gato? El pobre gato no tiene la culpa de la dueña que tiene.

ZOE: —Además, eso: no creo que el gato se lleve bien con Pancho, Bruno.

BRUNO: —Pancho se lleva bien con todo el mundo.

ZOE: —¡Porque está dentro de una pecera!  Tendrías que haber invitado solamente peces.

BRUNO: —No conozco a nadie que tenga un pez, salvo nosotros. ¿Y qué querías, una fiesta sin invitados?

ZOE: —Yo creo que mamá nunca se imaginó esto.

BRUNO: —No sé qué se imaginó. Pero yo se lo dije clarito: “Le quiero festejar el cumple a Pancho” y ella me dijo que estaba bien.  

ZOE: —¿Pero le dijiste que ibas a a invitar a tanta gente? ¿Contaste al menos cuántos van a ser?

BRUNO: —¡Pancho se lo merece! Mamá siempre dice que es buenísimo.

ZOE: —Lo dice en chiste, Bruno. ¡Porque es un pez! ¡Y un pez no puede hacer otra cosa que ser bueno! ¿Qué querés que haga adentro de una pecera?

(Suena el timbre. BRUNO abre la puerta y entra DOÑA HERMINIA con su gato).

DOÑA HERMINIA: —Vinimos un poquito antes. Qué amorosos, chicos, hacerle una fiesta al pececito. ¿Va a venir mucha gente?

BRUNO: —Bastante… El chico del tercero con los tres perros, el señor Gonzalez del cuarto, con la tortuga. Ah, el de planta baja con un canario y un loro.

DOÑA HERMINIA: —¡Casi un zoológico! Una santa, tu mamá. ¿Ella no está?

BRUNO (mirando el reloj que está colgado en la pared): —Debe estar por llegar.

(suena el timer del horno y los tres se distraen con eso. El gato salta a la mesa, olisquea la pecera, da un zarpazo y la pecera se vuelca. Pancho cae al piso y salta en un charco de agua. ZOE reacciona rápido y lo mete en un vaso).

DOÑA HERMINIA (corriendo atrás del gato que pegó un salto a la mesada, en donde ZOE apoyó el vaso): —¡Bombón, portate bien!

(El gato va tirando cosas a su paso. Caen repasadores, un libro, papeles. Se siente el sonido de unas llaves. Entra MAMÁ).

MAMÁ (con cara de horror, mirando el piso mojado lleno de cosas, y al gato de Doña Herminia descontrolado, que ya está arriba de la heladera): —¿Y estoooooo?

BRUNO: —Eeeeh… ¡El cumple de Pancho, arrancó un poquito antes!

(BRUNO agarra el vaso y el gato lo persigue, corren en círculos).

MAMÁ (enojada): —¡Bruno!

BRUNO (sin dejar de correr): —Dame un minuto, mamá.

ZOE (logrando capturar al gato): —¡Te tengo, pequeño demonio!

(DOÑA HERMINIA le quita el gato).

DOÑA HERMINIA (ofendida, dando un portazo): —¡Se llama Bombón! ¡Y nos vamos!

ZOE (fuerte, para que doña Herminia escuche desde el ascensor): —¡Muy dulce que digamos no es ese bombón suyo!

MAMÁ (mientras pasa el secador por el piso de la cocina): —¿Me van a explicar qué fue todo esto, chicos?

BRUNO: —¡El mejor regalo para Pancho, ma! ¡Por fin tuvo una aventura!

MAMÁ (que sigue limpiando el desastre): —¡Yo diría que por fin la aventura terminó!

(Se siente barullo en el pasillo. Suena el timbre. Zoe abre la puerta. Entran, en fila, los vecinos con sus animales, MAMÁ está paralizada por la sorpresa. BRUNO les convida algo para comer).

ZOE (mientras cierra la puerta, a MAMÁ): —No, mami. Como verás, ¡la aventura recién empieza!

APAGÓN

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